La celulosa es un aislante natural procedente del papel de periódico reciclado y tratado con sales bóricas durante el proceso de producción. Estas sales le proporcionan propiedades ignífugas, insecticidas y antifúngicas. Mediante este método se obtienen unas fibras que una vez aplicadas, forman mantos compactos y sin fisuras, que además de aislar impiden la circulación de aire.
Los principales beneficios de la Celulosa son los siguientes:
Protege del frio y del calor– La celulosa tiene un coeficiente de conductividad térmica muy bajo, es decir, no transmite el calor y almacena energía. Se comporta como la madera, equilibrando las temperaturas máximas y mínimas del día en verano y protegiendo del frío en invierno.
Protege del viento-Rellena las juntas y los huecos de las fachadas evitando corrientes de aire frío hacia el interior de la vivienda enfriando el interior de la misma.
Aísla de ruidos- Presenta un coeficiente de aislamiento acústico muy bueno, además su método de aplicación hace que el producto se “teja” evitando juntas. Sus prestaciones como protección contra ruidos son inmejorables, muy por encima de los aislamientos mediante fibra en panel tradicionales.
Protege del fuego- El aislamiento de celulosa, es ignífugo, es decir, no propaga las llamas, alcanzando la valoración de material aislante Clase B.
Transpirabilidad-Es permeable al vapor de agua, lo que quiere decir que la vivienda respira, deja pasar el vapor de agua a través de sus muros, reduciendo las posibilidades de formación de humedades por condensación.
Evita las humedades-Aislando fachadas y techos evitamos la formación de humedad por condensación, ya que no se alcanza el punto de rocío.
Durabilidad– La vida útil estimada es superior a 50 años. Conserva todas las prestaciones. Es un producto inerte, como los demás materiales de la construcción, con la misma vida útil.
Material ecológico: Al tratarse de un producto reciclado, es el aislante ecológico por excelencia.
La mecánica de aplicación de la celulosa en manta no presenta novedades respecto del proceso de insuflado en cámara de aire más habitual. Se aplica igual que en el caso del insuflado, en seco, a diferencia del proyectado que se hace en húmedo. Una vez generado el acceso a la cubierta, la celulosa se aplica sobre la superficie en un continuo libre de juntas y un espesor suficiente para garantizar la protección contra el frío, el calor y el ruido. Resulta una solución ideal para techos abuardillados no transitables.
También se puede realizar el aislamiento de paredes mediante insuflado de celulosa desde el exterior. Como resultado de su aplicación, en todos los casos, se optimiza notablemente el confort térmico y acústico en el hogar además de experimentar un importante ahorro que, en algunos casos, puede llegar a ser superior al 40% en los gastos habituales de calefacción y aire acondicionado. En definitiva, una solución de celulosa que afecta al bienestar y al bolsillo…¿Vas a seguir esperando?
Fuentes: aistercel.es/aislahome.es Recomendado por BIG MAT ASURMENDI. Imagen: Teoríadelaconstrucción.