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PINTA TU CASA.

Antes o después llega el temido momento de pintar la casa, algo que, según algunos estudios, una gran cantidad de personas en este país hace sin ayuda por temas de ahorro y, con una media de una vez cada dos o tres años (aunque conforme se envejece crece la frecuencia). Tal vez sea necesario recordar ahora  algunos trucos y consejos de utilidad para que esta repetida tarea del hogar no se convierta en un infierno.

Estas son algunas de las recomendaciones de los expertos en decoración de interiores de la revistaad.es:

¿Cómo calcular cuánta pintura vamos a necesitar?

Para saber cuántos botes de pintura se necesitan conviene medir los metros cuadrados de la estancia, tanto del techo como de las paredes: midiendo  la altura desde el suelo hasta el techo, se pueden averiguar fácilmente los metros de cada pared, y, sumándolos, se calculan los m2 de toda la estancia.  Con esta medida, una vez en el establecimiento, hay que fijarse en el envase de la pintura donde indica para cuántos metros sirve (siempre respecto a una sola capa de pintura) aunque lo ideal es calcular para que sobre una pequeña cantidad ya que se pierde parte de pintura entre el rodillo y en los envases.

¿Qué herramientas y materiales se necesitan para pintar una casa?

Para cubrir el espacio que se desea pintar, se necesita papel o moqueta de pintor para el suelo y, en caso de los muebles, plásticos para cubrirlos. Resulta conveniente utilizar cinta de carrocero para los bordes o partes que no queden bien tapadas (la más habitual es la de 24 milímetros). De haber  grietas o agujeros en la pared habrá que proceder a disimularlos con masilla aplicada con la ayuda de una espátula. A todo ello hay que añadir brochas (habitualmente redondas para paredes) o pinceles (paletinas planas en caso de que se pinte madera).

Pero esto no es todo: Para comenzar a pintar, lo más común es recurrir a un rodillo antigota de 22 centímetros para paredes y techos aunque cada vez se utiliza más el de microfibra o de poliamida. También conviene contar con un alargo para el rodillo, ya que facilita el pintar los techos sin necesidad de subirse a la escalera. Por último, se necesita la propia pintura, cubetas donde reenvasar la pintura si se usan cubos de 15 litros y una escalera por si fuera necesario.

¿Cómo se prepara la pared para recibir la pintura?

Si sólo se pretende a dar una nueva capa a una estancia pintada en su día con pintura normal, no hace falta ninguna preparación específica. Ahora bien, si lo que se quiere es, por ejemplo, tapar una humedad, se debe subsanar la causa de la misma primero. ¿Y si se trata de dar color a paredes nuevas? En ese caso, dependerá del soporte. Cuando se habla de yeso laminado, es decir, de Pladur, se puede aplicar antes de pintar una imprimación o una primera capa más diluid. Si es yeso proyectado a máquina, entonces  se recomienda dar un suave lijado a las paredes. En el caso de que seamanual -algo cada mas vez más improbable, se puede aplicar también una imprimación. Es importante tener en cuenta si la pared tiene manchas de grasa, nicotina, café, rotuladores, etc ya que, de ser así, se recomienda cubrirlas con productos especializados, como spray tapamanchas o pinturas específicas de este uso. Y, por supuesto, si existen grietas o agujeros, se deben arreglar y dejar secar bien los plastes utilizados.

Manos a la obra: ¿Cómo y en qué orden se pinta?

En primer lugar se debe pintar el techo para evitar con ello manchar las paredes con gotas o pinceladas inesperadas. Y hay más: las zonas que se pinten con brocha (lo que se conoce como «recortes») se deben llevar a cabo antes que las del rodillo. Si se ejecuta el recorte amplio, no es necesario acercarse tanto con el rodillo.

¿Cómo proceder con las paredes? Estas se pintan enteras y de arriba abajo y es aconsejable el uso del palo alargador para colocar el rodillo siempre con movimientos delicados para que no se produzcan salpicaduras.

¿Un truco más? Para evitar arrancar pintura del techo al retirar la cinta de carrocero -la que impedirá que el color de la pared se cuele donde no debe-, se puede desprender en “fresco”, es decir, mientras la pintura no está aún seca del todo. Y atención a la hora de diluir los colores: la mayoría de las pinturas admiten esta técnica, pero hay que respetar la proporción marcada en el envase y  los tiempos de secado antes de aplicar una segunda capa. Igualmente importante es cubrir bien muebles y suelo.

Una vez que se ha terminado, ¿cómo tratar los materiales antes de guardarlos?

Es crucial lavar los rodillos y brochas con agua caliente y dejar que se sequen antes de guardarlos. Por otro lado, si los productos que se han utilizado usan disolvente, las brochas pueden lavarse también con disolvente y guardarse para la próxima vez. En cuanto a los rodillos no merece la pena lavarlos ya que  supondrá mayor el gasto de disolvente que el coste del propio rodillo.

Un último consejo: entre capa y capa no es necesario lavar brochas ni rodillos. Si se envuelven en una bolsa de plástico, se conservan húmedos de pintura hasta la capa siguiente.

Escrito por Revistaad

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