Podemos definir el ruido como un sonido inarticulado que por lo general resulta desagradable. Se trata de una percepción subjetiva de molestia, por ello, la tolerancia al ruido es diferente para cada uno de nosotros. Esto convierte el aislamiento acústico en un campo difícil de regular.
Sin embargo, es una de las dimensiones del bienestar que más impacto tienen en nuestra salud. La contaminación acústica hace que sea más difícil relajarse y origina estrés, constituyendo una amenaza real.
Pero los problemas de ruido en la vivienda puede reducirse con un correcto sistema de aislamiento y acondicionamiento acústico del edificio, con un conjunto de medidas que evitan la transmisión de ruido entre la fuente emisora y el usuario. Actuar con carácter preventivo más que paliativo es importante para conseguir la tan deseada paz y tranquilidad en nuestro hogar ya que, una intervención tardía resulta a menudo costosa y no logra resultados enteramente satisfactorios.
El aislamiento acústico se inicia en la fase de proyecto, donde se plantea el emplazamiento, orientación y ubicación de los espacios en función de las agresiones acústicas exteriores o colindantes.
LOS POSIBLES PUENTES ACÚSTICOS PODRÍAN LLEGAR A REDUCIR LA EFICACIA DEL AISLAMIENTO.
La combinación de distintos tipos de perfilería, aislamiento y placas de yeso laminado permiten resolver de forma eficaz las necesidades de cada tipo de divisorio y posibilitan multitud de combinaciones. Concretamente, con Lana Mineral Arena de Isover se pueden resolver tres problemas típicos en edificación como la transmisión de ruidos entre locales contiguos a través de los tabiques divisorios, a través del plenum o la reverberación del sonido en el interior de locales. Incluir Lana Mineral entre los perfiles del sistema, mejora notablemente el aislamiento que el tabique presenta al ruido aéreo. Una manera muy natural y eficaz de lograr un óptimo confort acústico.
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