Decorar suelos y paredes con revestimientos cerámicos viene siendo una opción llena de estilo y elegancia desde el año 1500 a.C. Desde entonces, los ceramistas trabajaron y perfeccionaron las técnicas hasta alcanzar su plenitud. Posteriormente, los romanos adoptaron estas habilidades en la elaboración de piezas cerámicas y las extendieron por gran parte de Europa revolucionando el sector de la decoración hasta nuestros días.
Y, de hecho, es uno de los grandes recursos decorativos en el hogar en la actualidad. Sin embargo, no es algo que pueda hacerse a la ligera. Antes de incluir la cerámica en pavimentos, es necesario determinar si lo que se desea instalar son baldosas normales o antideslizantes. Las de nivel suave están especialmente indicadas para interiores, como baños y cocinas por la facilidad de limpieza. Las de nivel medio resultan válidas tanto para interior como para exterior y su elección dependerá de la intensidad de tránsito que vaya a soportar el suelo y del tipo de suciedad que vaya a acumular. El nivel fuerte está reservado para espacios de exterior en los que pueda utilizarse una manguera de agua.
De igual manera es importante tener en cuenta que, aunque la tecnología y los procesos de fabricación han avanzado notablemente, la cerámica continúa siendo un producto natural. Al estar confeccionado partir de arcilla y con un proceso de cocción que puede variar resulta complicado encontrar dos piezas exactamente iguales. De ahí la necesidad de valorar las características de la partida en concreto que se haya elegido.
En este sentido, el color que tiene una partida de azulejos o baldosas no será nunca estrictamente igual que la anterior precisamente porque depende de factores tan variables como el tiempo de cocción, el material, la exposición al frío, al calor o a la humedad. El calibre o los intervalos de formato que el fabricante define para agrupar las baldosas de una misma partida, también muestran unas diferencias en medidas reales de pocos milímetros. Pero resulta de utilidad como referencia para agrupar las baldosas del mismo tipo.
Teniendo presentes estas sencillas consideraciones, resultará más fácil abordar la elección de los azulejos para cualquier estancia de la casa. Sin embargo, si las ideas no están especialmente claras, siempre se puede consultar con los expertos. Y, por supuesto, recurrir a las mejores firmas, supondrá contar con la garantía de propuestas de alta calidad y diseños exclusivos.
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