Calidad, durabilidad, versatilidad, calidad, higiénica y fácil mantenimiento son solo algunas de las cualidades de la cerámica. Un material, que por otro lado, puede personalizarse hasta extremos insospechados creando ambientes dotados de fuerte carácter y auténtico estilo. Y, precisamente para lograrlo, uno de los recursos es el diseño a medida, una manera de dar forma a tus ideas configurando el color, tipo y decorado de cada pieza.
Es la exclusividad lo que, sin duda alguna, confiere un toque distintivo e inigualable a la decoración cerámica. En este sentido, el cliente accede a toda una gama de posibilidades que le permiten estructurar cada detalle de su proyecto mental. La imaginación cobra vida y las piezas van perfilándose al compás de esas pequeñas decisiones que llevan al resultado final.
El hecho de poder elegir baldosas hechas a medida es la fortaleza diferenciadora y la estrategia decorativa de las personas que apuestan por la singularidad huyendo de lo común y redundante. Una oportunidad única para concebir y materializar espacios que destilan clase, elegancia y un claro valor añadido. De ahí la importancia de recurrir, siempre que se pueda, a la personalización en tamaño y forma de las piezas cerámicas.
Para ello, la tecnología se pone al servicio de los distintos gustos y propuestas con la impresión digital InkJet de última generación. Una impresora que logra plasmar con absoluta exactitud los diseños sobre la superficie de las baldosas. Realismo, exquisitez y detalles que muestran contrastes y colores de una gran precisión.
Una alternativa muy propia de los grandes referentes del sector.
Fuente: decocer.
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