Las cocinas protagonizan cada vez más propuestas cromáticas atrevidas entre las que destaca la integración del negro entre sus distintos elementos. Considerado en su momento un color complicado, ha demostrado y con creces la capacidad de ofrecer importantes ventajas en cuanto a estilo y fuerza decorativa se refiere.
Ahora bien, el grado de espectacularidad puede definirse y alterarse según los propios gustos en función de que la incorporación sea más o menos intensa, más o menos presente. Pero lo que no faltará en ningún caso es la rotundidad, elegancia y versatilidad de un color perfecto para una multiplicidad de ambientes.
Desde un total black, que produce un efecto absolutamente dramático al igual que espléndido, a cocinas que recurren a esta gama para aportar calidez y sofisticación mediante pequeños detalles en mobiliario y complementos. La tendencia actual, sin embargo, discurre por una línea que busca el equilibrio estético en la conjugación con otros materiales como el cemento, hormigón o ladrillo visto. Una alternativa perfecta para viviendas de tipo industrial o loft con cocinas totalmente abiertas en las que, además de la explosividad visual, el negro asume una clara funcionalidad espacial al zonificar los espacios y potenciar el protagonismo de piezas clave como las islas.
Pero para lograr el efecto deseado, no hay que descuidar la iluminación. Las exigencias en este sentido son quizá mayores respecto a otros colores. Si bien lo ideal es contar con luz natural, las soluciones artificiales consiguen, igualmente, resultados ópticos sorprendentes. Para ello es importante tener en cuenta tanto la iluminación general como la puntual que contribuirán a crear un ambiente agradable y cómodo para trabajar.
En este sentido, el acabado del mobiliario influirá en el efecto final ya que el negro brillo o el negro mate aportan matices bien diferenciados. El primero aporta mayor sensación de luminosidad y sofisticación y resulta perfecto para estilos contemporáneos y decoraciones minimalistas. El segundo resulta algo más cálido y apropiado para viviendas rústicas, de look industrial, estilo nórdico y vintage.
Y,por supuesto, este color posee la gran ventaja de adaptarse fácilmente con distintos materiales (mármol, piedra, madera, acero, piel…etc); colores (dorado, blanco, gris, rojo…etc) y estilos (industrial, vintage…) por lo que se convierte en una propuesta capaz de responder a muy diversas sensibilidades estéticas con firmeza, elegancia y connotaciones visuales realmente persuasivas.
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Fuente: Revistainteriores.
