Ya se trate de rehabilitar la vivienda habitual o una de nueva adquisición, una reforma ejecutada correctamente contribuye a mejorar la calidad de vida además de contribuir a revalorizar el inmueble. Y en este tipo de procesos, cada vez más frecuente, la cerámica se presenta como una opción cargada de ventajas…
Precisamente su resistencia, durabilidad, variedad estética y su fácil mantenimiento la convierten en un material clave capaz de transformar suelos y paredes de cualquier estancia gracias a la amplia variedad de acabados, tonos, texturas y formatos que ofrece. De esta forma, más allá de sus numerosas prestaciones técnicas, se convierte en una alternativa que multiplica las posibilidades para dar lugar a creaciones cuyo único límite es la imaginación.
Desde la más mínima expresión, como es el mosaico hasta las formas más singulares o los grandes formatos, el material cerámico permite diferenciar, resaltar espacios y brindar un impacto visual innegable que se adapta con ingenio y contundencia a cualquier gusto o expectativa.
Así, por ejemplo, la combinación de las piezas hexagonales puede dar lugar a sorprendentes resultados, echando mano de los volúmenes y de las mezclas entre los diferentes tonos de la gama cromática y entre acabados brillos y mates. Aportan prestancia y un toque clásico, pero siempre muy contemporáneo pero además no pasan de moda y están especialmente indicados para destacar espacios concretos.
Por su parte el gran formato es una tendencia absoluta que ha irrumpido con fuerza en los últimos años. Una de sus principales características es que, al precisar de menos juntas, se potencia el efecto de continuidad visual, un valioso recurso para exteriores y para espacios en los que se busca crear sensación de amplitud. En este sentido, la alternativa a los super size pasa por otros formatos más reducidos, pero igualmente imponentes y con excelentes resultados estéticos.
Como contraposición a las piezas XXL, las últimas tendencias recuperan el encanto del azulejo en pequeño formato con diseños únicos repletos de geometrías, modularidad, color, efectos biselados y craquelados… Se potencia así la dimensión decorativa de la cerámica basada en el color, el juego de volúmenes y formas y el estilo artesanal.
Tampoco resulta nada desdeñable la modularidad de los azulejos cuadrados o rectangulares que se adapta a toda clase de espacios. Las diferentes colocaciones posibles (horizontal, vertical, diagonal, etc.) y la posibilidad de combinar piezas con diferentes diseños y colores hace que el juego sea infinito.
Y así la cerámica se demuestra un recurso versátil capaz de dar forma a cualquier proyecto de decoración e interiorismo.
Fuente: El Periódico del Azulejo.
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