Salta a la vista que el diseño de los baños ha evolucionado de forma drástica y que, igualmente, las propuestas cerámicas han experimentado una evolución arrolladora. Constituyen una pareja perfecta capaz de convivir en absoluta armonía y de forma imperecedera gracias a la flexibilidad y versatilidad que demuestran a la hora de adaptarse a las necesidades del otro.
En concreto, los revestimientos y pavimentos cerámicos ofrecen prácticamente infinitas posibilidades estéticas por lo que logran siempre satisfacer las exigencias de los diferentes espacios, estilos y sensibilidades. Como resultado, unas zonas que se distinguen por su alta funcionalidad terminan por convertirse en lugares cargados de autenticidad y carácter.
Por otro lado, la cerámica es un material de gran durabilidad y resistencia. Posee además, otras cualidades técnicas de gran interés como la impermeabilidad, que le hace imbatible ante cualquier tipo de mancha y simplifica al máximo su mantenimiento o su alto grado de estabilidad que le permite superar, sin sufrir daños, condiciones tan adversas como los cambios bruscos de temperatura, el rozamiento o el tráfico intenso.
El juego cerámico del que se pueden aprovechar tanto las estancias de aseo es casi ilimitado. Desde diferenciar rincones singulares mediante una distribución estratégica de las baldosas hasta la creación de ambientes realmente diversos combinando, por ejemplo, texturas de madera para la ducha y de gran formato para el resto del espacio. Un efecto igualmente llamativo se puede lograr con un planteamiento cromático compuesto, que permite mezclar colores neutros de base y otros de mayor viveza para distinguir zonas como la bañera de los lavabos. O también se pueden alternar los acabados monocromos con baldosas de distintos motivos, diseños y grafismos y elevar o reducir el tono ambiental en función de su distribución.
Y si lo que se desea es mantener una atmósfera más calmada y de menor voltaje, se puede revestir el baño de una sola tonalidad con resultados, no por sencillos, menos atractivos e impactantes. En definitiva, ya se busque mayor o menor calidez, elegancia o atemporalidad e independientemente de la disparidad de los gustos y preferencias, el baño siempre responde a la cerámica con agradecimiento y logra aprovechar al máximo cada uno de sus matices, cualquiera que sea la sugerencia.