Los bloques de cemento constituyen uno de los materiales de construcción más frecuentes, sobre todo, en el levantamiento de muros. Ofrecen una alta resistencia, importantes propiedades mecánicas y un fuerte aislamiento acústico además de un acabado superficial fino. El problema surge, en muchas ocasiones, cuando, una vez finalizado el proyecto, se produce un sobrante considerable de bloques que no pueden ser almacenados o vendidos. ¿Cuáles son las opciones?
Afortunadamente, los bloques de cemento son un recurso de gran atractivo en la creación de ambientes de carácter industrial. Se aplican como revestimientos de paredes pero también pueden transformarse en piezas decorativas de gran fuerza visual dando así, respuesta, al problema inicial de exceso de materia prima. De hecho, son perfectos para construir, y con gran facilidad, distintas piezas de mobiliario, desde bancos o mesas y mesitas de noche hasta libreros de lo más originales.
Unos cuantos bloques de cemento apilados de la forma correcta pueden dar lugar a un banco, elemento clave en cualquier patio o terraza que se precie. Son funcionales, económicos y dan salida a unas cuantas piezas de cemento. Pero además, con los accesorios adecuados (cojines, colchonetas…etc), llenan de personalidad cualquier espacio. Con otro formato, también se puede construir una mesa de centro, una mesa para jardín (añadiendo unos tablones de madera), un mueble para herramientas con diferentes niveles y huecos donde colocar los accesorios o un librero en el que guardar los diferentes ejemplares y revistas.
Igualmente, los bloques de cemento pueden ser útiles para hacer macetas. Exigen un presupuesto realmente bajo pero su toque de personalidad es especialmente alto. Si, además, se pintan pueden dar un toque rústico al conjunto nada despreciable. O también, pueden dejarse en crudo y simplemente pasar por un proceso de lijado para servir de centros de entretenimiento (o soportes para televisión, videojuegos y objetos decorativos) de lo más auténticos.
La creatividad en el empleo de los bloques de cemento con fines estéticos no tiene límites. Todo depende, obviamente, de los gustos y necesidades pero, prácticamente, pueden transformarse en lo que uno quiera. Incluso, más allá de la mera separación de espacios, se pueden aprovechar como almacenaje de vino para mantener las bebidas protegidas del calor y luz ambiental. Sólo hay que ponerse manos a la obra y dar rienda suelta a la imaginación para acabar con aquellos bloques sobrantes…
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