Poseen un aspecto de calidad superior a otros materiales y no tienen origen en un proceso industrial por lo que sus propiedades técnicas y sus cualidades estéticas son especialmente llamativas. De gran durabilidad, estos llamados materiales nobles logran aportar un esplendor inigualable a cualquier proyecto. Te contamos cómo elegir los más adecuados para tu hogar.
Tanto en paredes como en pavimentos y accesorios, pueden contribuir a crear ambientes lujosos e incuestionablemente elegantes. Madera, piedra o acero son algunas de las alternativas para dar con el acabado perfecto que requiere todo espacio. La cuestión es saber elegir el modelo y formato más afines a las necesidades, gustos y personalidad propias en cada caso.
En lo que se refiere a la madera, material prácticamente indispensable para brindar calidez y crear zonas acogedoras en la vivienda, puede utilizarse casi indistintamente sobre cualquier superficie gracias a su conocida versatilidad. Ahora bien, cada una de las opciones a disposición ofrece ventajas muy diferentes entre sí. Así el roble proporciona solidez, elegancia y durabilidad; la caoba procura resistencia e intensidad; el nogal constituye una de las alternativas más lujosas; el haya se adapta especialmente bien al mobiliario y el cerezo ofrece una apariencia suntuosa y rica en matices brillantes.
La piedra, por otro lado, resulta muy práctica gracias a su amplia gama de formas y texturas. De esta manera, se consiguen entornos más rústicos, modernos o elegantes según las preferencias. Pero, sin duda, uno de los recursos más utilizados es la piedra natural, desde mármol veteado y granito hasta pizarra, por su innegable capacidad de aportar carácter a chimeneas, lavabos, bañeras, platos de ducha o encimeras.
En cuanto al acero inoxidable, parece imposible obviar su potente estilo y profunda elegancia. De hecho ha causado tanto furor que ha ido forjando importantes tendencias en el ámbito del interiorismo. Tal vez por su durabilidad y resistencia al paso del tiempo y la corrosión pero seguramente por la simpleza de sus líneas, el aire contemporáneo de sus diseños y el espíritu vanguardista y minimalista que lo caracterizan. Ideal para interiores y exteriores así como para puertas, lámparas o mesas.
La elección se antoja algo complicada pero siempre queda la opción de mezclar estilos y materiales combinando los más fríos con elementos más cálidos, como la madera. Y, en cualquier caso, apostar por la incorporación de elementos naturales como plantas y flores, siempre dará un toque acogedor esencial en cualquier estancia.
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Fuente: Vintage & Chic/ Pedro Peña