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TIERRA A LA VISTA!

La decoración náutica se presenta como la gran oportunidad de traer a tierra el ambiente marítimo. Y así, , a través de las ondas del mar, navíos, piezas de madera, anclas y toda una suerte de detalles, logra transmitir sensaciones con aroma a yodo y sal que transportan directamente a la costa o, por qué no, a la proa de un velero.

Recrear ambientes de inspiración marinera es algo que no pasa de moda. Y es que basta sentir la llamada del océano para buscar fórmulas decorativas que satisfagan ese deseo. Se trata de un estilo flexible  que puede adaptarse tanto a viviendas urbanas y rurales como, por supuesto, a casas de playa.

Lo importante en cualquier caso es mantener un equilibrio que deje de lado toda exageración para no convertir el espacio en un aparatoso arrebato marino y apostar por la originalidad de los pequeños fragmentos y piezas. Es decir, no es necesario realizar un llamamiento demasiado evidente sino, más bien, tratar de incorporar detalles minimalistas que, sin embargo, ejerzan un gran poder decorativo.

Espejos que imitan ventanas de ojos de pez, remos colgados en la pared, esponjas sobre un aparador, conchas en forma de escultura o esculturas en forma de concha, piezas de barcos antiguas o cascos de barcos de pesca, maderas envejecidas, redes rotas, cartas náuticas, timones o piezas de mecanismos de naves antigua,, colchas, cojines y manteles  con motivos náuticos, palos de mar, caracolas, montones de arena junto a unas velas y cuerdas…

En definitiva, para decorar con motivos náuticos y marinos, lo más recomendable es recurrir a las piezas pequeñas y antiguas, al mobiliario de madera maciza y a elementos naturales sin abusar en ninguno de los casos. Y de esta manera se podrá disfrutar de un ambiente oceánico las 4 estaciones del año..

Un consejo de decoración de BIG MAT ASURMENDI.

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